Capital
de Honduras desde 1880, junto con la vecina Comayagüela constituye un
importante complejo urbano, en medio de una característica topografía montañosa
a 935 (1,280 El Picacho) metros sobre el nivel del mar.
El
significado de su nombre de origen indígena es todavía desconocido en el
significado de su etimología, sin embargo los más recientes autores opinan que
puede significar "En el lugar de las piedras pintadas", por las
abundantes rocas de origen volcánico que
van desde los colores rosa hasta los verdes y amarillos.
Plaza Central, Tegucigalpa |
Hermosa Arquitectura Colonia, Iglesias por Todos Lados!!!
Iglesia Catedral
La antigua iglesia parroquial del
señor San Miguel de Tegucigalpa situada en el mismo lugar en donde hoy se
encuentra la Catedral Metropolitana, fue destruida por un incendio en 1742.
Con el apoyo del vecindario, que
constantemente ayudaba acarreando el agua, piedra, cal y demás materiales
necesarios para la construcción, además de que muchos contribuían con su trabajo
personal en la misma obra, esta pudo ir saliendo poco a poco de sus cimientos:
pero su continuación y conclusión hubiera sido imposible sin el amor, energía y
constancia del Padre Cura Zelaya, a quien la providencia tenia señalado para
emprender y llevar a feliz remate la edificación de nuestro templo principal,
que es orgullo y ornato de Tegucigalpa.
Para el adorno interior del templo, el
Padre Zelaya contrató al escultor Vicente de Gálvez de la Antigua Guatemala, la
hechura del retablo mayor de la parroquia por la cantidad de 5900 pesos sin
incluir el flete y los demás gastos por el traslada desde aquella ciudad hasta
Tegucigalpa.
También son obras valiosas del
artífice Gálvez y de alguno de sus hijos que con el vinieron de la Antigua
Guatemala, el Pulpito y su tornavoz con el carro del Profeta Elías; los dos
altares laterales antiguos, lo mismo que la imagen del Cristo de Animas. Para
dar una idea de o magnifico de estas obras debe decirse que solamente el dorado
del publico importó 700 pesos.
El Padre Zelaya no pudo ver
completamente terminada su magna obra, pues la muerte le sorprendió a los
setenta años de edad, el 12 de noviembre de 1775. Cupo a otro hijo ilustre de
Tegucigalpa el Presbítero don Juan Francisco Márquez, concluir la obra de su
antecesor Don José Zelaya.
La solemne dedicación de nuestro templo
parroquial se verifico el 29 de septiembre de
1782, día del arcángel tutelar de esta ciudad, por el señor Obispo Fray
Antonio de San Miguel, que de esta diócesis de Comayagua fue trasladado a la de
Michoacán, México, donde mereció elogios del Barón de Humboldt, por su amplia
labor social y donde fue menor del famoso cura don Miguel Hidalgo y Castilla.
Fuera del sagrario, de las imágenes
sagradas de los tres altares antiguos y del Púlpito hay en nuestra antigua
Iglesia Parroquial dos Objetos que merecen nuestra atención y nuestro más acendrado
cariño: La pila bautismal y la Campana del reloj.
La pila bautismal y el lienzo de San
Juan Bautista colocado en el baptisterio es todo lo que queda de la antigua
Iglesia Parroquial destruida por el incendio en 1742.
Consta por una inscripción que esta
grabada alrededor de la misma, que la pila bautismal la mando hacer el
Licenciado Don Francisco de Alemán siendo cura de Real de Minas el año de 1643.
Habían transcurrido más de diez año desde que en el sínodo celebrado por el
Obispo Fray Luis de Cañizares en 1631 se había mandado que en todas las
parroquias de la Diócesis se sustituyera las pilas de madera, que entonces se
utilizaban para administrar el Santo Bautismo, con pilas de piedra.
La campana del reloj es menos antigua
que la pila bautismal. Ella ha reído con nosotros en nuestras más puras
alegrías y también nos ha acompañado, grave y solemne, en nuestras horas de íntimo
dolor. Ella ha sido la fiel compañera de las alegrías, de los pesares de los
Tegucigalpenses durante casi dos siglos.
Muchos de nuestros ascendientes
duermen el sueño eterno a la sombra acogedora de nuestra Catedral y sus huesos
son tierra bendita que sustenta sus cimientos. Ahí descansan:
-
El
Padre José Simón de Zelaya
-
José
Trinidad Reyes
-
Monseñor
don Santos Guardiola
-
Presidente
General don Manuel Bonilla
-
José
María Lazo
-
Hipólito
Matute y su esposa doña Mercedes Britto
- Los
padres curas don Trinidad Estrada, don José Leonardo Vijil, Santiago Zelaya y
el padre Blas Escobar.
Se comenzó a construir en 1765 y se
terminó en 1782. Su constructor fue el arquitecto guatemalteco Don José
Gregorio Nacianceno Quiroz.
El costo final de la construcción sin
incluir ornamentos, imágenes, objetos sagrados, las pinturas ejecutadas por
José Miguel Gómes, alcanzaron la suma de 117, 200 pesos.
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